Según consta en el libro "El Führer criollo" del historiador susanense Hipólito Argentino Jackobson, Hitler no se suicidó una vez que la guerra ya estaba perdida, sino que
escapó a latinoamerica y visitó varias localidades de Argentina con distintas
identidades falsas, entre ellas la de Ricky Schweinstegmüller que utilizó durante su estadía en la ciudad de Rafaela, donde llegó en tren por error ya que su destino el Gran hotel Viena en Miramar.
Según Jackobson, un fallo en la logística hizo que el lider nazi se alojara en una vivienda en calle Roque S. Peña y 1ra. Junta a metros de la estación del Ferrocarril. En su estadía en la ciudad habría mantenido una relación amorosa con una rafaelina de apellido Castellanos y con quien habría tenido una hija. Cuenta la leyenda que a los pocos años tanto su amada como su hija se radicaron en la ciudad alemana de
Sigmaringendorf.
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